Metodología

IMPLEMENTACIÓN DE HUELLA DE NITRATO EN TERRENOS AGRÍCOLAS.

1. Introducción

El nitrógeno a aportar a un determinado cultivo se establece como diferencia entre las necesidades del cultivo a lo largo de su ciclo vegetativo y el nitrógeno disponible en el suelo y aportado por el agua de riego, en su caso. El exceso de nitrógeno puede provocar efectos adversos sobre el cultivo y el lavado de los excedentes de nitratos no absorbidos por las plantas por el agua de drenaje del riego o de la lluvia, se convierte en lixiviado potencial contaminante del medio saturado.

2. Impacto del nitrógeno agrícola en medios saturados. Legislación

El desarrollo de la actividad agrícola intensiva de regadío en la segunda mitad del siglo XX, en España, ha producido que las aguas superficiales y subterráneas se hayan visto sometidas a diversos tipos de estrés. Uno de los más importantes es su estado cualitativo, en el que la lixiviación del exceso de fertilizantes nitrogenados aplicados a los campos agrícolas es el principal mecanismo responsable de las elevadas concentraciones de nitratos medidas en las aguas subterráneas, superiores al límite máximo permitido y recomendado por la legislación existente. Conforme a la Directiva 91/676/CEE, del Consejo, de 12 de diciembre de 1991, relativa a la protección de las aguas contra la contaminación producida por nitratos utilizados en agricultura, y al Real decreto 261/1996, de 16 de febrero, sobre protección de las aguas contra la contaminación producida por los nitratos procedentes de fuentes agrarias, que transpone la Directiva anterior al Ordenamiento jurídico español. La citada norma, establece en su artículo 4 que corresponde a las Comunidades Autónomas la designación de las zonas vulnerables en sus respectivos ámbitos de competencia. El apartado 2 de dicho artículo, ordena a los órganos competentes de las Comunidades Autónomas examinar y, en su caso, modificar o ampliar las mismas a fin de tener en cuenta los cambios o factores que no hubiesen sido previstos en el momento de su designación, como mínimo cada cuatro años.
Los elevados tiempos de tránsito que normalmente presentan los sistemas acuíferos y su baja capacidad para atenuar la contaminación hacen que éstos se comporten como un almacén de nitrógeno. La exportación del mismo a través del drenaje superficial por su conexión hídrica con cuerpos de agua superficiales constituye el principal mecanismo de contaminación por nitratos de ríos, lagos, mares y océanos. Esas elevadas concentraciones producen problemas de tipo ambiental, como la progresiva eutrofización de sus aguas, así como riesgos para la salud humana. Para lograr la recuperación de los sistemas y alcanzar el buen estado ecológico de las masas de agua superficiales y subterráneas, se hace necesario establecer el vertido cero de sustancias contaminantes nitrogenadas en el medio saturado.
Las actividades humanas como la adición excesiva de fertilizantes nítricos y amoniacales en las superficies agrícolas, los vertidos de aguas residuales y fosas sépticas, la lixiviación de purines procedentes de las actividades ganaderas (abonos) o la percolación de lixiviados procedentes de estercoleros o vertederos son las principales causas de los problemas de contaminación por nitrógeno de origen antropogénico.   La contaminación de los recursos hídricos por nitrógeno se puede producir por fuentes de tipo puntual o difusa. En los casos de fuente de tipo puntual, la contaminación se produce en un área localizada y restringida, tratándose normalmente de vertidos residuales o efluentes, en los que el usuario causante del daño normalmente está identificado.
La contaminación difusa se produce por la lixiviación de nitrógeno desde superficie hacia los cuerpos de agua subterráneos y superficiales a través de un área muy amplia, en el que se identifican un gran número de usuarios como causantes de la misma. Así, la agricultura es una de las principales fuentes de contaminación difusa de los recursos hídricos por nitrógeno.  
En las áreas agrícolas, la lixiviación de nitrógeno disuelto, tanto por precipitación como por riego, está controlada por el ciclo del cultivo. Los fertilizantes más usados son de tipo ureico, amoniacales y otros fertilizantes orgánicos aplicados en sementera. Los fertilizantes de tipo nítrico se aplican en cobertera, al inicio del crecimiento del cultivo, momento de mayor demanda de nutrientes por las plantas. Además, se utilizan fertilizantes ternarios NPK, compuestos por los tres macronutrientes principales (nitrógeno, fósforo y potasio) para su aplicación en sementera y cobertera.
Por otra parte, el ion nitrato es absorbido por las raíces de la planta de forma inmediata y, por ello, los abonos nítricos deben utilizarse en los momentos en los que los cultivos muestran una mayor capacidad de asimilación de este ion. Desde que se produce la fertilización del terreno hasta el momento de recogida de la cosecha, el agua de lluvia y el riego continuado provocan la disolución del fertilizante presente en el suelo, que es absorbido por las raíces de las plantas.
En términos generales, la lixiviación de nitrógeno en las parcelas agrícolas hacia el agua subterránea es mínimo durante todo el ciclo de crecimiento vegetativo (abril a julio), dada la elevada evapotranspiración potencial durante estos meses y la toma de nutrientes por las plantas. Después de la recogida de la cosecha, en los meses estivales, el suelo queda yermo, sin cobertera vegetal.
El inicio de la época de lluvias en otoño provoca la disolución del fertilizante excedentario que permanece aún en el terreno. La ausencia de cobertera vegetal, la elevada precipitación y la baja evapotranspiración potencial en estos meses provoca la lixiviación masiva de nitrato en el último trimestre del año.  
La cantidad total de nitrógeno lixiviado depende del tipo de cultivo, de la dinámica del nitrógeno en el suelo, de las prácticas agrícolas, de las características del perfil del suelo, de la presencia de materia orgánica en el suelo, de las características pluviométricas del año (año húmedo o seco) y de la zona climática.  
En España, representa un problema muy importante acrecentado en las últimas décadas, especialmente en regiones con grandes superficies agrícolas como en la costa mediterránea, las cuencas del Ebro, Guadiana y del Guadalquivir y las regiones interiores de Castilla-La Mancha. Aproximadamente, el 45% de las masas de agua subterránea existentes están afectadas por la contaminación difusa por nitratos, en el que la lixiviación de nitratos por la aplicación de fertilizantes nitrogenados en las parcelas agrícolas es la causa principal de esta situación.

Quizá represente un problema difícil de abordar, dada la aplicación cada vez más excesiva de fertilizantes en estos terrenos agrícolas, las elevadas tasas de renovación del agua subterránea que los caracterizan como amplios almacenes de nitrógeno y la distribución de competencias de cuencas entre varios organismos, hacer más difícil su gestión.

Se reconoce como uno de los principales problemas ambientales, en el que la principal consecuencia es la disminución de la calidad del agua y problemas de acidificación. Este incremento de nutrientes en los ecosistemas acuáticos produce un aumento de la producción primaria (fotosíntesis), un incremento masivo de algas, con un deterioro posterior de la estructura, composición y dinámica del sistema. Este incremento algar se traduce en un aumento de la turbidez, aumento de la actividad de las bacterias descomponedoras, disminución de oxígeno y muerte masiva de organismos existentes, resultando todo ello en una degradación progresiva del hábitat. A su vez, también es causante de impactos en la salud humana como la enfermedad conocida como metahemoglobinemia.

La Unión Europea dictó dos directivas para la protección de las aguas de la contaminación por nitrato de origen agrícola. En primer lugar, la Directiva de Nitratos (91/676/CEE), traspuesta a la legislación española por el Real Decreto 261/1996, establece un umbral de concentración por nitrato de 50 mg/l para la designación de aguas contaminadas, y su objetivo principal era la reducción de la contaminación por nitrato de origen agrario y la designación de Zonas Vulnerables a la contaminación por nitrato. Por otra parte, la Directiva Marco del Agua (DMA 2000/60/CE) del Parlamento Europeo establece un marco comunitario de actuación en el ámbito de la política de aguas, que insta a los Estados Miembros para que sus aguas (continentales, subterráneas, costeras y de transición) presentaran un buen estado ecológico para el año 2015, o en su defecto para los horizontes 2021 o 2027.  

En fechas recientes se ha aprobado el Real Decreto 47/2022, de 18 de enero, sobre protección de las aguas contra la contaminación difusa producida por los nitratos procedentes de fuentes agrarias. Los límites se han hecho aún más restrictivos. 37,5 mg/l de NO3 para las Aguas subterráneas. Por lo que se prevé que en el próximo mapa de áreas vulnerables (a presentar en el 2023) la superficie se incremente en más de un 50%.

Pese a la existencia de procesos naturales de eliminación de nitrato (desnitrificación) y otros métodos tecnológicos más complicados y costosos, la prevención dentro de un marco de gestión de análisis de decisión multicriterio continúa siendo la mejor herramienta para evitar la lixiviación de nitrógeno. El empleo de códigos de buenas prácticas agrarias, entre los cuales hay que considerar los cambios de los métodos de cultivo, las tasas fiscales, los límites máximos de aplicación de fertilizantes, la conveniencia de rotación de los cultivos, el uso de sistemas eficientes de riego y la difusión de campañas de asesoramiento, disminuiría los efectos negativos de la agricultura en la calidad química del agua subterránea.

Hay que ser conscientes que, aunque la política fiscal y la correcta gestión del terreno pueden dar lugar a cambios significativos en el uso de la tierra y a la disminución de fertilizantes nitrogenados aplicados, la magnitud de estos cambios no se vería reflejado en una reducción de la concentración de nitrato en el agua superficial y subterránea a corto y medio plazo, debido al enorme stock de nitrato presente en las zonas saturadas y no saturadas. Pero si se frenaría el incremento de la contaminación, mitigando la concentración a largo plazo.

3. Implementación de la huella de nitrato

En la actualidad la fertilización constituye una de las operaciones de cultivo centrales en cualquier explotación agrícola de interés económico, dado que se trata de uno de los principales factores de productividad y calidad.

En este sentido, las nuevas tendencias en la agricultura se fundamentan en la rentabilidad, la seguridad alimentaria y la sostenibilidad medio ambiental, y ello, es obvio sin renunciar al uso de fertilizantes. Ahora bien, el uso de fertilizantes, bajo este nuevo prisma de obligado cumplimiento ha de hacerse más que nunca con la máxima eficiencia, redundando en una mayor efectividad y una considerable reducción de lixiviados.

El objetivo fundamental es conseguir un estado nutricional óptimo en los cultivos (conducente a la máxima productividad y calidad) minimizando los aportes y las pérdidas por lixiviación. Por todo ello, es imprescindible disponer de herramientas que permitan estimar la respuesta de la planta al programa de fertilización aplicado de forma continua y no solo referido a un momento determinado del ciclo fenológico, lo que permitiría ajustar las disoluciones fertilizantes en cada momento del ciclo a las necesidades de la planta.

En este sentido, se puede llegar a establecer una considerable reducción en el vertido y lixiviado de compuestos nitrogenados evitando la contaminación, derivado de las buenas prácticas agrícolas que debe diferenciarse claramente del resto, tendente a frenar la degradación de los sistemas acuáticos por contaminación.

Por ello, se propone la determinación de la HUELLA DE NITRATO, referida a la considerable reducción de lixiviados de compuestos nitrogenados hacia el agua subterránea, proveniente de la adición excesiva de fertilizantes nítricos y amoniacales en las superficies agrícolas, los vertidos de aguas residuales y fosas sépticas, la lixiviación de purines procedentes de las actividades ganaderas o la percolación de lixiviados procedentes de estercoleros o vertederos.

Para controlar que no se produce este tipo de vertido al medio, existe una metodología específica desarrollada y patentada por Huella HdN. (Huella de Nitrato) denominada DISPOSITIVO DE MEDIDA DE NITRATO EN EL LIXIVIADO, que se basa en el empleo de sondas que detectan la migración del nitrógeno en la zona no saturada. Dichas sondas se deben ubicar estratégicamente en aquellos puntos donde existe un mayor riesgo de contaminación por lixiviado.

Para ello y de forma previa se debe llevar un estudio previo de vulnerabilidad, basado en el análisis completo de superficie agrícola, a efectos de determinar la presencia o no de medio saturado susceptible de contaminación, la mayor o menor permeabilidad de la zona no saturada, la dirección del flujo subterráneo, etc. En las zonas de vulnerabilidad alta, la información debe ser tratada en tiempo real ya que se debe garantizar la no lixiviación en los puntos críticos en todo momento.

Dicha información se deberá analizar durante todo el año, estableciendo una serie de alarmas en el caso de que se produzca un lixiviado accidental, con objeto de que pueda ser corregido de forma inmediata. Para ello, en función de la ubicación de la finca agrícola, es necesario incorporar un sistema de comunicaciones en tiempo real eficiente, así como una aplicación informática donde se puedan gestionar en tiempo real (visualizar, almacenar, establecer consignas, etc…) los datos recopilados por cada una de las sondas. Dicha aplicación tiene acceso vía web, con objeto de que la Administración pueda visualizar en cualquier momento que no se produce vertido al medio.
Del análisis de la información con carácter diario, durante un periodo mínimo de un ciclo de cultivo, dependiendo del tipo de cultivo que se trate, se determinará si el área agrícola analizada, ha cumplido con el código de buenas prácticas agrícolas, referidas a la considerable reducción de vertido o lixiviado de sustancias nitrogenadas al medio, sin provocar contaminación en el medio saturado. En este caso, está prevista la distinción del área agrícola objeto de control, mediante un sello característico denominado HUELLA DE NITRATO, que se renovará cada año una vez que se realice la correspondiente auditoría por parte de la certificadora (RINA IBERIA) del año en curso.

3.1 Metodología para la implantación de la huella de nitrato

La empresa WTECH, S.L (Water Technologies) en colaboración con la empresa Huella HdN, S.L., son los desarrolladores de la metodología para la implantación de la Huella de Nitrato.

En primer término se llevará a cabo un estudio de permeabilidades y vulnerabilidad a la contaminación para evaluar la necesidad o no de utilizar dispositivos de medición de nitrato en el lixiviado y de qué tipo, en función del grado de la mayor o menor vulnerabilidad del terreno a la contaminación por compuestos nitrogenados.

Para ello se llevarán los siguientes pasos:

3.1.1 ESTUDIO PREVIO HIDROGEOLÓGICO DE VULNERABILIDAD

En la extensión agrícola de que se trate, apoyados de la toma de datos en campo, con objeto de determinar la permeabilidad del terreno y la mayor o menor vulnerabilidad a la contaminación por vertido y/o lixiviado de sustancias nitrogenadas.

De forma previa, se recopilarán todos los datos relativos a la presencia de acuíferos en el subsuelo del área estudiada y el estado hidroquímico de las aguas subterráneas y superficiales, con objeto de establecer un estado de referencia o inicial.

En primer término, se describirá el contexto geológico del área de estudio y su entorno con objeto de conocer los materiales existentes, desde el punto de vista litológico, estructural y geométrico, tanto en superficie como en profundidad. Para ello se efectuará una cartografía litoestratigráfica del área de estudio a la escala más adecuada y se elaboraran los cortes litológico-estructurales con objeto de reflejar la disposición de materiales en el subsuelo del área estudiada.

Estudio previo de vulnerabilidad «in situ». Elaboración de mapa geológico estructural.

En los lugares en los que quede imprecisa la geometría de los acuíferos tras el estudio geológico estructural, se plantearán trabajos de geofísica adecuados para investigar estos aspectos.

Sobre la base de la cartografía litoestratigráfica realizada, se elaborará una cartografía hidrogeológica, asignando un rango de permeabilidad asociado a cada una de las formaciones lito-estructurales diferenciadas. En dicha cartografía se reflejará el inventario de puntos de agua, la dirección preferente de flujo de agua subterránea y los mapas de isopiezas de las formaciones acuíferas diferenciadas en profundidad. Se elaborarán los cortes hidrogeológicos correspondientes donde se reflejará el funcionamiento hidrogeológico de cada uno de los acuíferos discretizados, existentes o no en el subsuelo del área estudiada.

Para realizar el Mapa Hidrogeológico se agruparán o dividirán, aquellas unidades litoestratigráficas del mapa geológico estructural que siendo estratigráficamente adyacentes, presentan una similitud o clara diferencia en cuanto a sus características hidrogeológicas y comportamiento hidráulico. Se asignarán una serie de rangos de permeabilidad en los que se encuadran las unidades establecidas para el Mapa Hidrogeológico

Se diferenciarán un total de cinco rangos de permeabilidad, permeabilidades muy alta, alta, media, baja y muy baja. Se consideran permeabilidades muy altas aquellas cuyos valores son superiores a 10-2 m/s; altas, aquellas cuyos valores están comprendidos entre 10-2 m/s y 10-4 m/s; permeabilidades medias aquellas cuyos valores están comprendidos entre 10-4 y 10-6 m/s; permeabilidades bajas, aquellas comprendidas entre 10-6 y 10-8 m/s; y muy bajas, con valores inferiores de 10-8 m/s (materiales prácticamente impermeables).

La asignación a cada intervalo de permeabilidad de una determinada unidad cartografiada, se realizará en función de su composición litológica, grado de fracturación o fisuración, porosidad intergranular y de los valores de parámetros hidrogeológicos obtenidos en base a los ensayos de permeabilidad (lefranc), de cada nivel, llevados a cabo en cada uno de los sondeos de investigación a testigo continuo realizados y la recopilación de datos de ensayos de bombeo realizados durante el estudio o en estudios precedentes.

La tipología de acuíferos se indica por colores y el tono de cada color representa el valor de la permeabilidad. De tal modo, los colores azulados corresponden a materiales carbonatados permeables por fracturación, fisuración y/o karstificación, siendo los tonos más oscuros, dolomías y calizas, de mayor permeabilidad, superior a 10-4 m/s y los más claros, con predominio de margas, con valor inferior a 10-7 m/s, prácticamente impermeables.

Los colores verdosos corresponden a acuíferos detríticos permeables por porosidad intergranular cuando no están cementados o a fracturación, cuando se encuentran cementados. Los tonos más oscuros corresponden a areniscas y arenas, de mayor permeabilidad (10-4 m/s –10-6 m/s), y los tonos más claros a niveles de arenas alternando con limos o areniscas no fracturadas, materiales de menor permeabilidad (<10-6 m/s).

Los colores rosáceos corresponden a materiales con predominio de material arcilloso, prácticamente impermeable (< 10-7 m/s) y por último, los colores grisáceos se identifican con los materiales cuaternarios de escaso espesor en el área de estudio y con bajo o nulo interés desde el punto de vista de su explotación.

En los lugares donde quede impreciso el rango de permeabilidad establecido a priori, para establecer con mayor precisión la permeabilidad de la zona no saturada se realizarán ensayos de permeabilidad, en diferentes perfiles de terreno, escavados a tal efecto hasta la profundidad de 4 m, mediante catas con retroexcavadora.

Por último, se elaborará un mapa de vulnerabilidad donde se establece una discretización de zonas de mayor a menor vulnerabilidad, A partir de los conocimientos litológicos, edafológicos, estructurales, hidrogeológicos e hidroquímicos de la zona de estudio y su entorno se elaborará un mapa de vulnerabilidad a escala adecuada.

En función de la permeabilidad vertical y el espesor de los terrenos de recubrimiento, de la profundidad de la zona saturada, de la permeabilidad del material acuífero y de las condiciones de alimentación, drenaje y circulación, se delimitarán una serie de zonas, según su grado de vulnerabilidad frente a la contaminación por sustancias nitrogenadas.

En el caso de que no exista vulnerabilidad o la vulnerabilidad sea muy baja, La multinacional certificadora certificará la Huella de Nitrato de forma inmediata, llevando a cabo una serie de comprobaciones y recomendaciones a cumplir de acuerdo con la legislación vigente. En el caso de que exista vulnerabilidad se pasará al siguiente paso.

3.1.2 BAJA VULNERABILIDAD

Una vez declarada la vulnerabilidad a la contaminación del área agrícola que se trate, se determinarán y localizarán, sobre la base de los estudios previos realizados, la presencia de niveles en la zona no saturada que permitan la permeabilidad del drenaje de riegos y lluvias con movilización de sustancias nitrogenadas. En su caso, se identificarán las zonas de mayor potencialidad de permeabilidad o vulnerabilidad a la contaminación con objeto de ubicar posteriormente los sistemas de detección y cuantificación del vertido o lixiviado de sustancias nitrogenadas al medio.

En el caso de que la vulnerabilidad a la contaminación sea baja o muy baja, se certificará la huella de Nitrato una vez que se lleven a cabo 2 auditorías (incluida la inicial), durante el periodo de un ciclo de cultivo, certificando que se cumplen una serie de recomendaciones de buenas prácticas agrícolas durante el ciclo de cultivo que se trate. En el caso de que exista mayor vulnerabilidad se pasará al siguiente paso.

3.1.3 VULNERABILIDAD MEDIA-ALTA. ESTUDIO “IN SITU” DE PERMEABILIDAD REAL

En el caso de que la vulnerabilidad a la contaminación, después de llevar a cabo los ensayos “in situ” sea media o alta, se informará de la necesidad de la instalación de dispositivos de medida de nitrato en el lixiviado, con determinación periódica (coincidiendo con cada auditoría) y envío a laboratorio en los casos de vulnerabilidad media y determinación en tiempo real en los casos de alta vulnerabilidad, con instalación de espectrofotómetro ubicado en el dispositivo, para detectar la lixiviación de compuestos nitrogenados a través de la zona no saturada. Una vez analizada la información de dichos dispositivos, se certificará la huella de Nitrato una vez que se lleven a cabo 3 ó 4 auditorías (incluida la inicial) durante el periodo de un ciclo de cultivo, certificando que no se lleva a cabo contaminación del medio saturado, por vertidos o lixiviados de sustancias nitrogenadas contaminantes.

3.1.4 INSTALACIÓN DE LOS DISPOSITIVOS DE MEDICIÓN DE NITRATO EN EL LIXIVIADO

Una vez identificadas las zonas de mayor vulnerabilidad a la contaminación se instalarán los DISPOSITIVOS DE MEDICIÓN DE NITRATO EN EL LIXIVIADO, en el número y ubicación anteriormente marcados, ya sea de medición con carácter periódico (en zonas de media vulnerabilidad) CON ENVÍO DE MUESTRA AL LABORATORIO HOMOLOGADO o medición en tiempo real (en zonas de alta vulnerabilidad), con espectrofotómetro ubicado en el dispositivo y sistema de adquisición y transmisión de datos de concentración de nitrato (con un error inferior al 0,5%) en tiempo real. Dicho dispositivo está integrado en una plataforma de Microsoft, pudiendo tener acceso con licencia de OFFICE 365. En el software se establecen las consignas para la activación de alarmas, actualmente fijadas en 37,5 mg/l de NO3-, estando el dato en continuo a disposición del cliente, la certificadora y la administración competente.

El dispositivo para la medición de Nitratos en lixiviado, se trata de un sistema patentado (Huella HdN) de captación de lixiviado para su caracterización química bien de forma esporádica, bien en tiempo real, ubicado en la zona no saturada del subsuelo, por debajo de la zona alterada del suelo de labor. Dicho dispositivo tiene tres objetivos fundamentales.

  • Detectar que se produce lixiviado o drenaje por lavado, por debajo de la zona alterada del suelo de
  • Caracterizar bien esporádicamente, bien en tiempo real la concentración de NO3 en el lixiviado.
  • El método de captación de muestra de agua de lixiviado no debe alterar las condiciones físico-químicas del suelo (únicamente se capta el lavado del terreno por gravedad). No deben llevarse a cabo procesos de succión.

Para proceder a la detección y caracterización del lixiviado en tiempo real en la zona no saturada, debido a la circulación vertical del flujo de lixiviado en la zona no saturada, el dispositivo de detección debe situarse de forma inclinada con respecto a la horizontal del terreno. Ver ANEXO. La inclinación del dispositivo con respecto a la horizontal facilita la captación del flujo vertical depende del grado de permeabilidad del terreno.

Con objeto de captar exclusivamente el agua de lixiviado por debajo de la zona de alteración del suelo, en la parte inferior de detección y caracterización, se procederá al aislamiento del tramo superficial mediante cementación del anular del dispositivo hasta la superficie, con objeto de evitar contaminaciones superficiales.

La cámara de captación tiene una longitud total de 1 m, de los cuales los 300 mm inferiores corresponden a la cámara de acumulación para la caracterización de la muestra y los 700 mm superiores corresponden al tramo de tubería filtrante de paso de luz de 1 mm (pudiendo ser menor en función de la curva granulométrica, con permeabilidad de 0,7 l/s en toda su extensión, con una velocidad de flujo de infiltración de 3 cm/s.

La cámara de acumulación y muestreo que se encuentra en la parte inferior de la tubería tiene un orificio de desagüe, con objeto de que se produzca la renovación de la muestra en la cámara cada 15 minutos (tiempo necesario para la determinación de la concentración de NO3 inorgánico). Dicho orificio presenta un mayor o menor diámetro en función de la permeabilidad del terreno en la base del dispositivo.

En el caso de que no sea necesario que el dispositivo tome el registro en tiempo real, la cámara de acumulación será ciega, sin orificio de desagüe, procediéndose a la toma de muestra mediante extracción del agua de la cámara de acumulación y efectuando la determinación “in situ” o enviando dicha muestra a laboratorio para su determinación.

Toda la cámara de captación entre la pared de perforación y la tubería filtrante, está recubierta por grava silícea homométrica, calibrada de tamaño 2 – 4 mm. Que cubre el “ánulus” de la cámara de captación hasta un mínimo de 160 mm por encima de la tubería filtrante.

3.1.5 INSTALACIÓN DE DISPOSITIVOS DE MEDICIÓN DE NITRATO EN RETORNOS DE RIEGO, O TRANSFERENCIA LATERAL HACIA MASAS SUPERFICIALES.

En los puntos donde el nivel freático impida la instalación del dispositivo de medición de nitratos en el lixiviado, por cercanía a la superficie (zonas de retorno de riego, zonas de transferencia lateral hacia masas de agua superficial, entrada o salida de filtros verdes etc.), se instalará una estructura de drenaje llevada a cabo con retroexcavadora y relleno de grava silicea, homométrica, redondeada de tamaño 2-4 mm.

La longitud de la zanja será mayor cuanto menor sea la permeabilidad del terreno y la profundidad se establecerá en función del nivel freático. El espectrofotómetro de medición en tiempo real patentado (Huella HdN), se situará en el extremo más próximo a la masa superficial susceptible de contaminación o a la entrada y salida de los filtros verdes para evaluar su eficacia y se ubicará en el interior del alojamiento diseñado a tal efecto, insertado verticalmente en el macizo de grava con el área filtrante estratégicamente colocada en la dirección del flujo.

En zonas de drenaje lateral de retornos de riego hacia masas de agua tipo río, laguna o lago, por presencia de niveles impermeables en niveles superficiales, donde el flujo se aprecie directamente en superficie, los dispositivos de medición de nitrato en tiempo real se podrán disponer en diferentes infraestructuras de canalización diseñadas a tal efecto con medida del contenido de nitrato en lámina libre de agua, no siendo necesaria la instalación de zanjas de drenaje rellenas de material filtrante.

La ubicación de la estructura de drenaje coincidirá topográficamente con el punto de menor cota del área objeto de caracterización del contenido en nitratos.

3.1.6 VISITAS A LA FINCA, PRECINTADO DE DISPOSITIVOS Y TOMA DE DATOS POR PARTE DE LA CERTIFICADORA.

La certificadora, realizará 3 o 4 visitas durante el ciclo de cultivo a la finca coincidentes con los periodos de fertirrigación o abono, para tomar muestra de cada punto de  medición de nitrato en el lixiviado para caracterizar el valor de concentración nitrato en cada punto de control. En la fase de certificación los dispositivos de medición de nitrato quedarán precintados para el uso exclusivo de la certificadora. Se tomará una muestra en cada dispositivo y se enviará al laboratorio homologado para la caracterización del valor de nitrato.

Al inicio del proceso de certificación, se llevará a cabo la comprobación de la Fase Documental en Campo, se comprobará la ubicación de los dispositivos en puntos de máxima vulnerabilidad la correcta instalación y mantenimiento de los mismos y se procederá al precintado de los mismos. Posteriormente en cada auditoría se llevará a cabo la toma de muestras en los dispositivos de medida del lixiviado, comprobando en los resultados que el valor es menor de 37,5 ppm ó mg/l de NO3 (Límite legal). Si hubiese un lixiviado por encima del límite legal, establecemos un periodo mínimo de un ciclo de cultivo, a partir de ese momento para comprobar el cumplimiento de la norma de la Huella de Nitrato.

En los dispositivos de medición en tiempo real, si hubiese un lixiviado por encima del límite legal saltará una alarma en la aplicación de gestión de datos del lixiviado, La certificadora avisará automáticamente a la Organización, la cual tiene un plazo para corregirlo de 24/48 h (dependiendo del grado de vulnerabilidad). Estableciendo una disconformidad grave en caso de no corrección. Si la disconformidad se subsana en el plazo establecido se continúa con el ciclo de certificación Si no se subsana, establecemos un periodo mínimo de un ciclo completo de cultivo para comprobar el cumplimiento de la norma de la Huella de Nitrato.

3.1.7 CERTIFICACIÓN FINAL HUELLA DE NITRATO

La certificadora llevará a cabo el análisis de la información aportado por los DISPOSITIVOS DE MEDICIÓN DE NITRATO EN EL LIXIVIADO, bien esporádicos, bien en tiempo real, durante un periodo mínimo de un ciclo de cultivo, así como de la comparación con el año anterior de las unidades fertilizantes aportadas de nitrato en cada sector de riego donde se encuentre un dispositivo, se determinará si la finca agrícola analizada, ha cumplido con el código de buenas prácticas agrícolas, referidas a la considerable reducción de vertido o lixiviado de sustancias nitrogenadas al medio, con ausencia total de episodios de contaminación.

Una vez contrastados, validados y verificados todos los datos en la auditoría final, no detectándose disconformidades en los mismos, se llevará la certificación de la Huella de Nitrato por parte de la certificadora.

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